Todo en el plexo es directo, no hay filtros, es movimiento emocional, que gira también en tu físico, a veces dividiendo y, en otras ocasiones, atrapando. Esas también son tus reacciones, entonces es necesario reordenar.
Todo está en orden porque todo es perfecto para tu avance, pero, en el momento preciso de reordenar, el avance es real. Dejas integrado lo que has aprendido y te impulsas al paso siguiente de poder ver tus apegos.
Poder decidir reordenar es ahora la fase indispensable de crecimiento y superación personal.
Despertar se inicia en la gestión emocional.
El zafiro amarillo es luz dorada para ver desde tu dimensión superior, el lugar por encima de lo que atrapa tu atención.
Y, ahora sí, reordenar tu poder personal, para tu voluntad en el avance personal y espiritual.